Los paneles frigoríficos son paneles tipo sándwich de gran capacidad de aislamiento térmico y de alta resistencia mecánica que permiten que las instalaciones ensamblados con el mismo sean autoportantes, sin tener que utilizar apoyos en la estructura principal del edificio.
El núcleo del panel está formado por espuma rígida de poliuretano inyectado, el mejor aislamiento térmico conocido, mientras que las caras externas son de chapa de acero nervada.
La adherencia entre ambos elementos confiere al panel una mayor calidad frente a la flexión y el pandeo, y el espesor del acero utilizado determina la longitud máxima de empleo del panel, según sea su disposición vertical u horizontal.
El color de las chapas exteriores de acero influye en la luminosidad de las instalaciones, caracterizado por la reflectancia, y determina la temperatura superficial máxima del panel.